23 octubre, 2011

Pomelo y limón.

Esta en cuanto la leí me hizo mucha gracia :D :
«No hago otra cosa que acariciar tu bufanda y mirar tu dibujo. Si al menos pudiera colgarlo... Lo imprimí y lo tengo escondido con todos los demás, dentro de la capucha del jersey blanco que tanto te gusta. ¿Lo ves? ¡Te tengo siempre en la cabeza!»
Esta forma parte de una de las canciones de Jorge y María, la cual cantaron juntos en un karaoke.
«CÓMO HABLAR SI CADA PARTE DE MI MENTE ES TUYA. Y SI NO ENCUENTRO LA PALABRA EXACTA...»

Esto me pareció también muy dulce y bonito:
(Maria está explicando cuando vio por primera vez a Jorge y este, quiere ayudar a uno de los chicos de la mudanza a llevar cajas. Entonces una cae al suelo y el chico de las mudanzas palidece, sabiendo quién es la madre de Jorge y esperando que el se pusiera a chillar como hace ella. Pero este no lo hizo, cogió la caja y...)


«Sin embargo, tú, aún pálido, con calma, cogiste la caja del suelo y fuiste hacia el portal ocho, mi portal. Al encontrar la puerta cerrada, volviste la cabeza. Miraste el reguero de cajas que, como las miguitas del cuento, marcaban claramente el camino desde la entrada hacia el portal seis, diste la vuelta y fuiste hasta allí abrazado a la caja. La puerta estaba abierta,
pero aún así tropezaste con ella. Estuviste a punto de caer, pero te enderezaste a tiempo y luego desapareciste.
En ese momento supe dos cosas:
1. Que eras un desastre con patas
y 2. Que podía enamorarme de ti.»

Otra por aquí:
«STOP. No, mejor dicho: PAUSE.
María se detuvo. Jorge también.
Se quedaron unos segundos con los labios a tres milímetros de distancia, rozándose la punta de la nariz, conteniendo el aliento primero, respirando despacio después. Respirándose el uno al otro.
A lo lejos se oyó pasar un avión. Parecía mentira que no se hubiera quedado parado en mitad del cielo. La Tierra entera tenía que dejar de girar. El universo debía detenerse en ese instante. Porque Jorge y
María estaban a punto de besarse.»

Esta también me gustó, me pareció curiosa:
«Dije antes que las historias acaban como pueden. No es así. Las historias acaban como su autor quiera que acaben.
O al menos acaban donde su autor quiere, que casi viene a ser lo mismo.»

Otra bonita:
«Estoy contigo a cada momento. Me acompañas a todas partes. No hago otra cosa que pensarte. Y sin embargo, estando como estás constantemente en mis pensamientos, te echo tanto de menos... Porque no estás, claro. Me faltas, como un brazo a un manco. Extraño todo de ti: tu risa, tu olor a pomelo, tus gracias, tu mirada, todo tu cuerpo.»
Otra de las muchas reflexiones de María:
«A veces tengo la sensación de que todos esos que nos miran por encima del hombro, esos que nos toman por críos, esos que se dicen adultos, no entienden nada.»
Y una de las "contestaciones" de Jorge mediante sus dibujos:

«PUES SÍ, MARÍA. YA LO DICE EL PRINCIPITO: "LAS PERSONAS MAYORES NUNCA SON CAPACES DE COMPRENDER LAS COSAS POR SÍ MISMAS, Y ES MUY ABURRIDO PARA LOS NIÑOS TENER QUE DARLES UNA Y OTRA VEZ EXPLICACIONES".
¡AY, MARÍA!, SI NO TUVIÉSEMOS QUE DAR EXPLICACIONES, SI NOS DEJASEN "A SOLAS"...»

Y la última que os pondré, pero no por eso menos importante...:
«Ya solo me siento real cuando te escribo o cuando miro tus dibujos. Cuando te cuento, cuando me cuentas. Solo estoy aquí. Solo soy yo contigo».

Sin duda, lo recomiendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario