06 diciembre, 2011

El tiempo vuela dejando sombras de lo que se llevó.

-Las cosas han cambiado, ya nada es igual a como era cuando esto empezó.
+Demasiado, tal vez. Fue todo tan bonito, tan increíble. Casi como un sueño. O como las historias de las películas y los cuentos. Qué fácil fue al principio...
-Y ahora, después de todo, ¿qué es lo que pasa?
Y el chico del pelo marrón y la chica de sonrisa deslumbrante se miraron a los ojos. Y esa mirada significó el "hasta siempre" que ninguno de los dos se atrevía a pronunciar en voz alta. Dos palabras que rompían con mil momentos juntos, cientos de sonrisas, decenas de fotos, y una sola cosa en común: dos personas enamoradas viviendo el amor de su vida. 
-Te quise mucho.-Dijo él.
+Lo sé, te quise de la misma forma.-Respondió ella.
-¿Y por qué todo acaba así?-Se preguntaban los dos, pero él fue capaz de decir en voz alta las palabras.
Ninguno tenía respuesta. Solo sabían que ahora estaban por separado, el uno sin el otro. No quedaba amor, solo los recuerdos, la sombra de lo que un día fue algo grande. No volverían a decir nunca más 'nosotros', no sonarían las palabras 'te' y 'quiero' entre ellos. Nadie los vería nunca más abrazados. No habría mas besos, ni caricias. 
+No lo sé.
-Yo tampoco.
Y el silencio volvió a invadir su conversación. Las palabras los habían abandonado, dejando el recuerdo de los sentimientos que un día existieron. La fuerza que se daban mutuamente, las miradas de complicidad, la confianza, la razón de los latidos de sus corazones, todo había desaparecido, dejando polvo y sombras en el lugar donde estaban.
-No lo olvides nunca.-Susurró la chica rubia de ojos verdes.
+Nunca lo haré, no podría.-Contestó de corazón el chico de difícil sonrisa.
Y se alejaron el uno del otro. Sin sonrisas, sin lágrimas. Sabiendo que nunca olvidarían lo que habían vivido y llegado a sentir. Prometiendo recordar cada pequeño instante, por insignificante que fuera. Porque fueron felices, y si algo su amor les enseñó, es a no arrepentirse de las cosas que nos hicieron sonreír de verdad.

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