06 diciembre, 2011

Y pasó que el león se enamoró de la oveja.

Y ella se enamoró de él. De su preciosa sonrisa, de sus increíbles ojos verdes, de su melodiosa voz, de los regalos que él le hacía, de los recuerdos que compartían, de los momentos vividos, de las palabras dichas, de los secretos revelados. Se enamoró de todo lo que él significaba para ella. Se enamoró de su amistad y del tiempo que habían pasado. Los besos aumentaron el sentimiento. Las caricias lo hacían mas fuerte. Los abrazos hacían mas grande la llama que le recorría por dentro. Y cada mirada, cada vez que estaba cerca de él, cada vez que podía sentir su olor, cada vez que era capaz de mirar dentro de sus ojos y ver más allá de lo que vería cualquier persona, su corazón se aceleraba y latía con una razón. Porque ella se enamoró de él, y él se enamoró de ella.


No hay comentarios:

Publicar un comentario